Desde el inicio de la política de la densificación habitacional en la Ciudad de México, es decir construir vivienda de forma vertical y multifamiliar en lugar de casas unifamiliares. Cada vez vemos más edificios multifamiliares en la Ciudad. Y aunque como política de vivienda y de uso de los recursos puede ser muy efectiva, a nivel de gestión integral de riesgos y protección civil nos estamos enfrentando a una nueva problemática: la falta de regulación de la prevención de incendios o prevención en general en estas viviendas.

Dentro de los condominios, existen dos divisiones importantes para la administración y cuidado de los espacios: las áreas privativas, que consisten en todos aquellos espacios que cuentan con un dueño designado y los que el resto de los condóminos no puede hacer uso; y las áreas comunes: consistentes en todos los espacios que son propios del condominio y no cuentan con un dueño específico por lo que su mantenimiento y cuidado compete a todos los habitantes del condominio.

Esta división de áreas o espacios será importante, ya que, para el primer tipo de espacios cada uno de los dueños será responsable de prevenir incendios y, en su caso, contar con equipos de detección y combate de incendios; sin embargo, para el segundo tipo de espacios no existe un dueño fijo, por lo que la prevención queda designada a una junta o administración condominal, donde en la mayoría de los casos, contar con equipos de prevención y combate de incendios dependerá de la cantidad de recursos que se tengan para todo el mantenimiento de las áreas comunes.

¿Cuál es el verdadero problema de no contar con equipos de prevención y combate de incendios en las áreas comunes de un condominio o conjunto habitacional?

Imagina que tú cuentas con todos los elementos de prevención contra incendios en tu departamento: detectores de humo y gas, extintores; pero el resto de tu edificio no. Si el incendio se originará en el sótano, dado que no se cuenta con ningún sistema de detección de incendios, probablemente ni tú ni tus vecinos se darán cuenta hasta que, lamentablemente, el fuego se haya extendido y el humo comience a subir.

Ahora, supongamos que desean controlar el fuego, dado que las áreas comunes (pasillos, bodegas, patios, etc) no cuentan con equipos de combate de incendios, tú y tus vecinos tendrán que ir a sus departamentos a buscar sus extintores -considerando que tus vecinos también cuenten con estos equipos-. El tiempo que tarden en subir y bajar buscando los extintores puede ser la clave entre que el fuego sea controlable a que tengamos un incendio donde solo los cuerpos de emergencia especializados puedan controlarlo.

Poniéndolo en términos prácticos, el que un condominio o conjunto habitacional no cuente con sistemas de detección y combate de incendios en sus áreas comunes pero los vecinos de forma individual sí; es como intentar evitar un asalto dejando la puerta principal abierta, pensando que con cerrar las habitaciones bastará.

Entonces ¿Qué podemos hacer?

Lo primero que se requiere en los conjuntos habitacionales o condominios es hacer conciencia de la importancia de contar con estos equipos y que sean incluidos dentro de los presupuestos anuales de la administración; y también de como su robo o mal uso afecta de manera general a todos los condóminos. (Porque aunque usted no lo crea, los extintores son uno de los elementos más robados).

Lo siguiente será consultar a un Responsable Oficial de Protección Civil (ROPC) en la Ciudad de México para conocer cuántos extintores se requieren, de qué tipo, capacidad y ubicaciones probables para garantizar la seguridad del condominio. También deberán consultar el número de detectores de humo necesarios.

Para el caso de los condominios que cuenten con sistemas fijos de combate de incendios: rociadores, hidrantes, etc. Deberán verificar si éstos aún funcionan – en caso de que sea un edificio viejo- y contar con especialistas que puedan proveerles de mantenimiento adecuado que garantice su funcionamiento en caso de una emergencia.

Como puedes ver no es una tarea sencilla, sobretodo cuando consideramos que un condominio, no solo tiene que dar mantenimiento a los equipos de prevención y combate de incendios sino a instalaciones hidráulicas, eléctricas, áreas verdes, elevadores, áreas recreativas, etc. Aunado a ello, la falta de una cultura preventiva en el país dificulta que este tipo de acciones se marquen como prioritarias dentro de las actividades de mantenimiento de un condominio.

La gran problemática que tenemos en este tipo de viviendas es que la prevención no depende de una sola persona sino de que un conjunto de habitantes estén de acuerdo en implementar estos sistemas preventivos dentro de su edificio, lo cual es bastante complicado considerando que, dependemos de una percepción individual hacia la posibilidad de que un incendio pase.

Lametablemente, en la actualidad la Ley de Propiedad en Condominio de Inmuebles para el Distrito Federal no obliga a los administradores o condóminos a contar con sistemas de prevención y combate de incendios; por lo que el mantenimiento o compra de este tipo de equipos es voluntad de cada condominio en la ciudad; y aunque, la PROSOC haya realizado el 17 de febrero de 2021 un exhorto a las unidades habitacionales y condominios «a integrar sus comités de Protección Civil, a capacitarse y cumplir con los protocolos en materia de seguridad» (PROSOC, 17 de febrero 2021) este hecho no ha pasado de eso, un simple exhorto a implementar la Protección Civil en las viviendas, pero sin un verdadero cambio de trasfondo donde se obligue o priorice la prevención de riesgos y desastres a nivel condominal.

Ante esta situación, solo nos queda como ciudadanos ser responsables de nuestra propia seguridad y si vivimos dentro del régimen condominal, fomentar que se ejerzan acciones preventivas dentro de nuestros inmuebles, ya que, de acuerdo con cifras del INEGI al día se registran un total de 260 incendios urbanos, de los cuales el 80% terminan en pérdidas totales de viviendas.

El contar con sistemas de detección y combate de incendios dentro de las unidades habitacionales o condominios puede ser la diferencia entre tener pérdidas aisladas o la pérdida del patrimonio de varias familias por un «desastre» que se pudo prevenir.

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